#Humor Amenazado

Cartoonists Rights Network International

En noviembre, más de cien dibujantes de cómic españoles firmaron una declaración en que denunciaban que sus condiciones laborales se estaban volviendo cada vez más complicadas, hasta el punto que temían las consecuencias que podía engendrar el simple hecho de hacer bromas sobre política y temas de actualidad, especialmente relacionados con la situación en Cataluña.

El manifiesto de «Humor amenazado», firmado tanto por independentistas catalanes como por unionistas españoles, es un hecho sin precedentes en mi vida. En los últimos años, he visto el gran talento cómico de ciertas naciones movilizarse en defensa de personas individuales varias veces, pero que yo sepa nunca se ha hecho una declaración de preocupación desde una comunidad nacional que exprese que se siendo amenazada en su totalidad y como profesión.

Como representante del CRNI en Europa, se puede considerar que dispongo de un horario más relajado que mis colegas de otros países. Dejando de lado, el horror del atentado a Charlie Hebdo y el estallido de controversias alrededor de las caricaturas de Mahoma danesas, normalmente en esta parte del mundo no se producen muchos acontecimientos de esta índole de los que haya que informar. Aun así, hemos visto como el autoritarismo ha ido arraigando en lugares inesperados y supuestos gobiernos liberales han empezado a virar hacia la derecha en respuesta a la crisis de los refugiados, los fracasos ─reales o imaginarios─ de la UE y una aparente epidemia de cinismo que está logrando su punto álgido gracias a la noción insidiosa de las fake news.

Queda claro que el gobierno español, en un esfuerzo para mantener la unidad y hacer cumplir la ley, está jugando peligrosamente con una metodología basada en la vigilancia policial y una actitud hacia las libertades civiles nunca vista desde la época de Franco. Así mismo, la negativa de los vecinos de España de interceder en el conflicto manda un mensaje inquietante y hace surgir dudas sobre el compromiso de la Comunidad Europea en cuanto a la ley internacional y los derechos humanos, los altos estándares que critican de sus antiguas colonias. Esta preocupación es fuertemente sentida en Escocia, donde un referéndum organizado unilateralmente sobre la independencia parece la vía más probable en el contexto del Brexit.

En época de conflicto y agitación, aquellos que están en el poder tienen que ser escudriñados y la sociedad tiene que encontrar maneras para expresar de manera pacífica su descontento. La sátira hace estas dos funciones. Reducir la libertad de expresión de los dibujantes de cómic esconde una fragilidad en el corazón de incluso las dictaduras más invulnerables, que temen ser superadas por una ciudadanía que se dé cuenta de su absurdidad. Una nación madura, segura de sí misma, y con paso firme puede reírse de ella misma. Estoy ansioso por llegar al momento en que España se ría larga y fuertemente y elogie a los dibujantes de cómic que luchan por conseguirlo.


Cartoonists Rights Network International
Es la organización por los derechos humanos de los dibujantes de cómic que sienten que su vida, su integridad física, libertad o subsistencia están en peligro debido a su trabajo. Busca trabajar con otras organizaciones con visiones similares para intervenir en nombre de los dibujantes de cómic amenazados siempre que sea posible y hacer visibles los casos de los dibujantes de cómic en peligro donde esta atención pueda ayudar a lograr un resultado positivo. Para más información: cartoonistsrights.org