Hemos desenmascarado el franquismo

Una de las cualidades del proceso hacia la independencia de Cataluña –en la que ha sido fundamental poder hacer un referéndum para que la gente manifestara su opinión, que es la base de la democracia– ha sido desenmascarar el franquismo. Eso genera mucha inquietud, porque realmente da miedo, pero ahora ya sabemos quién es el adversario.

Tres pruebas de esto. Primera, cuando el conflicto iba cogiendo más fuerza, el PP nos envió, para resolver el conflicto, un coronel de la guardia civil que había sido procesado por presuntas torturas en el País Vasco. Con alguien así, era lógico que el 1-O pasara el que pasó. Segunda, cuando el portavoz del PP, Pablo Casado, amenazó al presidente Puigdemont que podría acabar como Companys. Terrible. Companys, una persona de gran dignidad y valentía, detenido por la Gestapo, entregado y fusilado por Franco. Decir a un presidente escogido democráticamente que puede acabar como Companys es miserable y denota el carácter fascista de esa persona. Pero no ha tenido ninguna consecuencia. Tercera, un partido convoca unas elecciones y pone la oposición en la prisión. Esto lo hacen las dictaduras, no un país serio y democrático.

Bien mirado, yo también soy constitucionalista, pero del capítulo 3, que dice que las pensiones serán suficientes y que habrá viviendas dignas y trabajo para todo el mundo. Toda la gente que aplaude al PP y el “a por ellos” no ve el peligro donde nos mete el PP, que puede hundir todo el estado. Es una situación muy grave. Pensaba que serían algo más inteligentes. Han demostrado que son franquistas y que “arrasa y vencerás”.

Aquí es donde estamos. Y las instituciones europeas miran hacia otro lado. Pero ganaremos, porque tenemos razón y lo hacemos de manera pacífica y no violenta, imparable. Hemos aprendido mucho con los años. Yo no me imaginaba que en Cataluña hubiera tantos Gandhis, ha sido una forma de empoderamiento que dará mucha fuerza para construir el país.

Quiero ser una persona libre en un país libre y relacionarme con los otros países con libertad, con justicia y con generosidad. Estamos obligados a defender la libertad y a denunciar la violencia y la injusticia.