Manual de instrucciones por un humorista
En una época no tan lejana en que me preparaba para ser guionista de humor, solía asistir a charlas y cursos donde algún profesional del sector explicaba su experiencia. Siempre que hablaban de su método de trabajo describían procesos creativos sin complejos, donde partían de la primera barbaridad que se les pasaba por la cabeza. Después reflexionaban, pulían y, finalmente, escribían libremente. Y, cuando aquel chiste veía la luz, el público reía o no reía. Y eso era lo único que importaba.
El humor es una herramienta para interpretar la realidad. El humor es pensamiento y el pensamiento no tiene que tener límites, decían. Todo se tiene que poder plantear al espectador, incluso planteárselo desde el mal gusto, ya que la forma no es el mensaje ni el chiste en sí: es solo la manera de llamar la atención para poner una idea sobre la mesa.
Eso es el que explicaban, pero hoy el panorama ha cambiado y aquel método de trabajo parece reservado a los más valientes. Cualquier chiste, si se remueve con suficiente entusiasmo el código penal, puede ser considerado delito.
Pero usted, estimado lector/a, no se tiene que desanimar. Si usted es un aspirante a guionista de humor y tiene fantasías de hacer comedia sobre la actualidad política, solo se tiene que adaptar a la nueva realidad censora y seguir estos sencillos pasos a la hora de escribir un chiste. Si lo hace así, todo saldrá bien.
1. Piense qué quiere decir.
2. Una vez ha pensado qué quiere decir, piénselo de nuevo.
3. Póngase en la cabeza de un político retrógrado medio.
4. Pregúntese si su chiste podría ofender a ese político o podría sacar rédito diciendo que lo ha ofendido.
5. Haga una lista de todos los delitos que en nombre del orden le podrían imputar por eso que quiere escribir.
6. ¿Le ha salido delito de odio? Enhorabuena.
7. Angústiese.
8. Imagínese teniendo que defender su chiste ante un juez.
9. Angústiese.
10. Imagínese teniendo que pagar una multa.
11. Angústiese.
12. Imagínese en la prisión.
13. Angústiese.
14. Proceda a golpear repetidamente su cabeza contra el teclado del ordenador.
15. Entregue una hoja en blanco.